Comprometida por un Chile sin campamentos.
Clara Pellegrini |
Clarita, como la llaman sus amigos, ingeniera comercial, 27 años de edad, forma parte de esta bella organización como es un “Un Techo para Chile”, cien porciento dedicada a la ayuda social. Desde que era una estudiante universitaria, que participa de los viajes de verano e invierno, para ir en ayuda de los mas necesitados, conmovida con los distintos casos que le toco vivir en esas salidas, llega a trabajar a la fundación, y hoy en día, es la encargada de la Coordinación Comercial de la fundación, y nos cuenta como fue que llego a trabajar en “Un Techo para Chile”, su experiencia dentro de ella, y como convencer a los jóvenes, a través de su experiencia, de que se integren y ayuden en esta bella lucha por un Chile justo, por un Chile sin campamentos.
-¿Qué te motivo, llegar a trabajar en “Un Techo para Chile”?
Cuando estaba estudiando en la universidad, fui voluntaria cinco años seguidos en mis vacaciones de verano, y al ver a toda esa gente tan contenta, al terminar las obras, era súper confortable, darle esa oportunidad a la gente de vivir bajo un techo decente, en el cual todos deseamos vivir, yo tengo esa oportunidad, tu también la tienes, y así mucha gente, entonces por que ellos o esa parte de la población, no la podía tener, y medí cuenta que yo podía aportar a que tuvieran una casa, y eso me motivaba mucho a trabajar como voluntaria, a parte, se hace entretenido, conoces gente, te haces de amigos, y termine encantándome con esta fundación, y claro, al terminar mi carrera, decidí trabajar aquí.
-De los años que llevas trabajando en la fundación, ¿Cuál ha sido tu mejor y peor experiencia?
Bueno, la mejor experiencias que me han tocado vivir dentro de la fundación, es cuando te salen los proyectos, cuando las cosas resultan bien, y la gente logra tener su casa definitiva, y los ves tan felices al recibirlas, que esa alegría, se logra traspasar, a todos los que participaron, sobre todo a uno, que a estado ahí, siguiendo todo el proceso, entonces es una experiencia súper enriquecedora, y también esta la otra cara de la moneda, he pasado por malas experiencias, y esas son cuando los proyectos no resultan, y te involucras tanto, que el fracaso lo compartes con esa gente que se ilusiona con tener un techo digno; a veces las constructora que estaba comprometida, se baja, también hay otro factor que afecta o impide realizar los proyectos, que son los vecinos, ósea, la misma sociedad, que quiere dejar de ser un país pobre, no quiere que gente que vive en campamentos, lleguen hacer su vecinos.
Siempre va estar el compromiso hacia con la gente que vive en campamentos, de que tengan un techo donde cobijarse, puedan llevar una vida normal, y que los proyectos se concreten de la mejor manera, pero independiente de esto, siempre van a estar los dos factores: el triunfo o el fracaso, estamos ligados a ellos.
-Desde cuando eras voluntaria, ¿como te cambio la percepción que tenias de la fundación, al entrar a trabajar y formar parte de ella?
Nunca tuve una percepción tan clara o especifica de cómo se trabajaba dentro de la fundación, era una voluntaria mas puertas afuera, por llamarlo de algún modo, entonces no tenia ninguna idea de cómo podría ser, lo que si asemejaba era la cantidad de gente joven que trabajaba para la fundación, algunos recién egresados de la universidad; nadie tiene mas allá de 28 o 30 años, entonces se forma un ambiente ideal para gente de nuestra edad, que fui lo que vi las veces que entraba a las oficinas, y lo veo ahora que estoy trabajando en ella; y la percepción que tengo hoy en día: que el ambiente laboral que se forma dentro de las oficinas, es tan bueno, que se hace muy agradable trabajar, y siempre esta el apoyo de todos, como estamos recién empezando nuestra vida laboral, si te equivocas, nadie te va andar poniendo malas caras ni nada por el estilo, y tus decisiones valen, tienen un peso, a diferencia de cuando entras a una empresa, vas a ser el ultimo y tus comentarios nadie los toma en cuenta, aquí no es así, como te dije anteriormente, la opinión de cada integrante de “Un Techo para Chile”, es escuchada con el respeto que se merece.
-¿Cuáles son los desafíos que tiene “Un Techo para Chile”?
Bueno, el gran desafío que teníamos como fundación, era llegar a este año (2010) sin campamentos, lamentablemente no se ha podido cumplir aun, y por ende, sigue siendo nuestro principal reto, y esto se ha debido a la falta de recursos…
-¿El terremoto fue un factor, por el cual no se pudo lograr la meta, de un Chile sin campamentos?
Si, se empezaron destinar plata, para ir en ayuda de los damnificados y para la construcción de mediagua, para aquellos que lo perdieron todo; además era una meta bastante ambiciosa, imagínate, se construyeron más 20 mil viviendas de emergencias, y que claramente, había que hacer lo imposible por lograrla.
Volviendo a la pregunta anterior, nuestra gran meta es llegar a ser un país sin campamentos, ese nuestro norte, ahora, dudo que volvamos a ponerle fecha, como lo fue ahora que era llegar al 2010 sin campamentos, pero si, se va hacer todo a nuestro alcance, por tenerles una casa definitiva, lo mas pronto posible.
-¿Cómo es el compromiso de las entidades privadas, con la fundación?
Tenemos empresas que apoyan siempre, cada vez que necesitamos de ayuda en las campañas que realiza “Un Techo para Chile”, siempre están aportando, y también se sale a buscar mas apoyo de los privados, y no va bien, aunque a veces cuesta persuadirlos, pero finalmente terminan colaborando con la fundación, mas que mal, es gracias a ellos, que no hemos podido financiar todas esas construcciones, y a ellos de cierta forma les favorece, en cuanto a su imagen corporativa, y también es una forma de demostrar, de parte de ellos, que están comprometidos con la sociedad.
-Sabemos que falta camino por recorrer, para poder lograr ser un país sin campamentos, por lo demás, seriamos los primeros en Latinoamérica, y para poder lograr esto, para poder contar con la ayuda de este pilar fundamental en la fundación, que son los jóvenes, ¿como llamarías la atención de estos, para que sean voluntarios y colaboren con la fundación?
Yo les digo, a esa inmensa cantidad de jóvenes chilenos, que trabajar como voluntario en “Un Techo para Chile”, es una experiencia maravillosa, se pase bien, no vienes a trabajar como esclavo, hay tiempo para distraerse también, hacer nuevas amistades, se aprende demasiado, y de verdad, los jóvenes tenemos mucho que entregar, y la gente también tiene mucho que entregarnos a nosotros, me incluyo, por que hasta el día de hoy, siempre aprendo cosas nuevas, que me hacen crecer como persona, y en intentarlo, no se pierde nada.
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