lunes, 13 de diciembre de 2010

Crónica Por Ricardo Alarcón

Hoy en día, los jóvenes están cada vez mas comprometidos con la sociedad,  comparten los mismos ideales, a veces piensan diferente, pero en una causa tan noble como es “Un Techo para Chile”, todos comparten una misma ideología: terminar con los campamentos.
Son ya mas de diez años, que todos los veranos, jóvenes de nuestro país, en su misión de erradicar los campamentos, no descansan en sus ansiadas vacaciones, en pleno mes de enero, empacan sus maletas con un par de guantes, clavos y martillos, dejan de lado a la familia, amigos, fiestas, paseos, playa y todo aquello que un joven disfruta en esta etapa del año, todo por un sueño en común: un Chile sin campamentos, un Chile distinto, lo mejor para nuestra sociedad y generaciones futuras, y para lograrlo, saben que necesitan de su ayuda.
Actualmente, los campamentos han disminuidos de una forma considerable gracias a la colaboración de pobladores y voluntarios, empresas publicas y privadas, pero la inmensa tarea que se esmera en cumplir “Un Techo para Chile”, aun no termina, falta mucho camino por recorrer, empieza otra etapa y hoy las principales tareas son: lugares de esparcimiento para niños y jóvenes, lugares que permitan el encuentro y la organización social.
La fundación necesita más colaboración de jóvenes voluntarios, para poder terminar  definitivamente con viviendas y espacios de distracción precarios, y no hay mejor pago o regalía que ofrece “Un Techo para Chile”, que es una sonrisa de quienes por fin se sentirán dignos de vivir en lugar decente.

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